Imágenes en la retina

No me gusta jugar con sentimentalismos, ni hacer periodismo bajuno al estilo Está Pasando. No creo que haga falta enseñar siempre todo. Mostrar sangre es casi siempre el camino fácil y cómodo.

Sí creo que una cámara puede hacer que el malo se lo piense dos veces antes de llevar a cabo su maldad, que una cámara puede mostrar el sufrimiento de la gente, llevar las injusticias a nuestra sobremesa e impedir que se nos olvide que somos unos privilegiados.

También creo que, por desgracia, cada vez somos más insensibles y estamos más habituados a ver barbaridades y a que se pierdan rápidamente entre nuestras preocupaciones cotidianas.

Por eso, a veces, las palabras se quedan cortas y hacen falta imágenes.

(aviso: las fotos son fuertes.... y vosotros diréis si son necesarias)

Obviedades que no son tan obvias

Ni todos los musulmanes son árabes...

La población de Irán no es árabe.

La de Afghanistán tampoco.

Ni la de Pakistán.

Y tampoco la de Turquía.

...ni todos los árabes son musulmanes.

El Líbano es un país de habla árabe pero un 30 por ciento de la población es cristiana.

Los países no son confesionales, lo puede ser un régimen o una constitución, pero un país no. Y su población suele ser menos religiosa de lo que nos hacen creer.

Irán no es musulmán. Ya les gustaría a los ayatolás.

No todos los musulmanes son iguales.

Hay sunís. Y dentro de los sunís hay cuatro escuelas. Los más conocidos son los wahhabitas o wahabís, en Arabia Saudí.

Hay chiís. También hay unas cuantas ramas. Los más curiosos son los drusos, que viven en las montañas del Líbano.

Hay sufís.

Y entre ellos se llevan tan mal que, para algunos sunís, los chiís son infieles.

Y, digo yo, que habrá ateos o gente a la que la religión se la traiga al pairo.

Luego hay otros a los que les da por querer ir al paraíso a follar vírgenes. Pero eso sí que es otra historia...

En verde oscuro, los países árabes. El resto son países de población musulmana o con grandes minorías musulmanas.